"El Conde Lucanor" del infante Don Juan Manuel
A continuación, os hablo sobre 5 cuentos de “El Conde Lucanor”, obra del Infante Don Juan Manuel que fue escrita en el siglo XIV y que han sido elegidos al azar, leídos y analizados para poder realizar una pequeña síntesis y elegir a conciencia cuál me ha gustado y por qué, cuál no y por qué o con qué otras producciones relacionaría esta obra de Don Juan Manuel, entre otras cuestiones. Al finalizar, podréis escuchar una lectura dramatizada sobre el cuento que más me ha gustado.
Aquí os dejo la referencia del libro de Don Juan Manuel que he utilizado para crear esta reseña y la portada del mismo:
Don Juan Manuel Infante de Castilla (1997) El Conde Lucanor. Juan Vicedo. Aguaclara.
Para comenzar, me gustaría hablaros del Cuento VI: lo que sucedió a la golondrina con los otros pájaros cuando vio sembrar el lino, que nos ofrece una lección muy valiosa que podemos aplicar en nuestra vida sobre la prudencia y el cuidado de la toma de decisiones. Me gusta la forma en la que Patronio narra la historia y le agrega profundidad para intentar ayudar de la mejor manera posible al Conde Lucanor.
Es una perspectiva única de presentar esta historia, ya que utiliza la figura del pájaro, lo que nos permite ver el mundo desde un punto de vista diferente al humano y por lo que podríamos entenderlo mejor.
En este plano, nos encontramos también con el Cuento XIII: lo que sucedió a un hombre que cazaba perdices, donde Patronio le cuenta al Conde Lucanor que debe alejarse de aquellas personas que le hacen daño, aunque den a entender que les duele hacerlo, por lo que debe romper con esas “amistades” para que sus bienes y su nombre no se vean perjudicados.
Esta situación se nos puede dar presentar muchas veces en nuestra vida diaria y me gusta cómo Patronio le abre los ojos al Conde Lucanor y le enseña lo importante que es romper los lazos con personas que nos intentan engañar o nos quieran hacer daño.
Por último, me gustaría sumar el Cuento XXXIX: lo que sucedió a un hombre con las golondrinas y los gorriones, a esta pequeña lista, donde el Conde Lucanor quiere encontrar la manera de evitar la guerra con los dos vecinos que tiene, sabiendo que el más fuerte es el que vive más lejos y el menos poderoso vive muy cerca. Para ayudarle a solucionar este problema, Patronio le acaba contando una pequeña historia donde las golondrinas y los gorriones son los protagonistas, diciéndole que primero tiene que luchar con el que vive más cerca de él.
Lo que más me llama la atención de este cuento es que es aplicable en nuestras vidas y debemos solucionar primero los problemas (aunque sean menores) que están más cerca de nosotros, antes que preocuparnos por los problemas del futuro (aunque sean mayores); debemos ir día a día, paso a paso.
Como veis, a través de los cuentos, los animales exhiben características y comportamientos que los distinguen totalmente de nosotros, los humanos, y que, por lo tanto, les hace ser únicos. Esta cualidad permite el desarrollo del personaje en un contexto diferente al habitual y a su vez, ayuda a que veamos los problemas desde otra perspectiva y busquemos una solución de una manera más rápida y, sobre todo, eficaz.
El Cuento V: lo que sucedió a una zorra con un cuervo que tenía un pedazo de queso en el pico, nos cuenta una historia donde Patronio le advierte al Conde Lucanor para que no se deje engañar por una persona que le está regalando los oídos para crear un negocio que no será fructífero para él, y para ello, utiliza un cuento sobre un cuervo que posee un trozo de queso y que es engañado por una zorra que le intenta engañar para acabar quitándole el queso que se iba a llevar a la boca.
Esta historia me dejó indiferente cuando la leí, ya que, aunque su moraleja me gusta, el nudo del cuento es redundante y da muchas vueltas hasta llegar al final, simplemente para contar que la zorra le regala los oídos al cuervo porque quiere quedarse con el trozo de queso que tiene en la boca.
Aun tratándose de una historia protagonizada por animales que hablan y viendo que hace falta imaginación para entenderla, me hubiera gustado que el escritor le hubiera puesto más realismo, ya que dudo mucho que a una persona la puedan engañar para hacer algo simplemente con decirle un par de palabras bonitas sobre su persona.
En cuanto al Cuento XVII: lo que sucedió a un hombre con otro que lo convidó a comer, nos habla sobre la historia de un hombre que invita a otro a cenar y cuando se ponen a ello, el anfitrión le sirve un plato de sopa con una mosca muerta en el plato a su amigo. Al final de esta cena, el invitado revela que había una mosca en su plato y critica al anfitrión por su falta de higiene, mientras que este le explica que había visto la mosca, pero no lo había dicho por no dañar sus sentimientos. Con esta pequeña historia, Patronio le quiere enseñar al Conde Lucanor que es mejor decir la verdad desde el principio, aunque pueda resultar incómoda, en vez de decirlo cuando pase el tiempo y se convierta en una crítica.
“Cuando tu provecho pudieras encontrar no debieras hacerte mucho de rogar” es la moraleja de este cuento de “El Conde Lucanor” y no la encuentro acertada. Personalmente, no me gustan ni la historia que cuenta ni la propia moraleja; creo que es un tema que no me aporta ningún valor relevante en mi vida (al menos actualmente), pero entiendo que en la época en la que se escribieron estos cuentos el que una persona fuera noble era imprescindible para que fuera una persona aceptada por la sociedad.
Al tratarse de una obra literaria escrita en español antiguo por Don Juan Manuel en el siglo XIV, puede resultar difícil de comprender para los lectores modernos y puede dificultar su inmersión en la historia, además de que hay algunos valores anticuados para la actualidad, como he comentado en líneas anteriores.
Añadido a esto, aun sabiendo que no me gustan los cuentos V y XVII, no cambiaría la forma en la que están escritos ni su moraleja. Considero que el escritor lo hizo así porque creía que era la manera correcta y porque yo he leído esta obra en el año 2024, cuando fue escrita en el año 1335, por lo que es prácticamente imposible que pueda entender en su totalidad esta obra (o cualquiera escrita en esa época), o quizás pueda que la entienda pero que no me guste cómo ha sido escrita.
Al leer los cuentos V, VI, XIII y XXXIX de esta obra, me han venido a la memoria recuerdos de las “Fábulas de Esopo y Fedro”, que son unas fábulas clásicas que cuentan cortas historias con enseñanzas morales a través de los animales. Centrándome sobre todo en los cuentos V y VI de “El Conde Lucanor”, encuentro una clara relación entre estas dos producciones culturales, ya que utiliza una golondrina y una zorra como personajes principales para contar sus cuentos.
Tanto en las “Fábulas de Esopo y Fedro” como en los cuentos de “El Conde Lucanor”, los animales asumen roles humanos que les ayudan a trasmitir y enseñar lecciones morales de una manera más sencilla y entretenida. Además, en ambas, el principal objetivo es enseñar una lección de vida al lector, ya que los personajes siempre se enfrentan a dilemas éticos o morales y enseñan las consecuencias de las acciones que realizan.
Entre otras muchas similitudes, encontramos que tanto las fábulas como los cuentos son normalmente cortos y claros, con un vocabulario y una narrativa directa y sencilla, por lo que nos permite entenderlas fácilmente, tratando cualidades como la astucia, la sabiduría, la honestidad o la prudencia.
No es la primera vez que trabajo los cuentos de “El Conde Lucanor”, ya que hace años (5 o 6 aproximadamente) me mandaron realizar una lectura de la obra completa y me evaluaron sobre la misma. Una vez realizada la relectura de algunos cuentos, me he dado cuenta de que me sigue impresionando la habilidad del autor para poder transmitir hasta 51 lecciones y cada una de ellas con una moraleja diferente.
Otra de las razones por las que no me gustan algunos cuentos de esta colección es porque fueron escritos en el siglo XIV, lo que refleja una forma de vida e ideas muy diferentes a las que tenemos en la actualidad; algunos de estos cuentos los encuentro anticuados o poco relevantes para la época en la que vivimos. En cambio, trata algunos temas como la sabiduría o la toma de decisiones de una manera consciente que sí nos sirven y podemos emplear en nuestra vida diaria.
Para finalizar, me gustaría apuntar que, si no hubiera cursado esta asignatura en la carrera y no me hubieran mandado este trabajo, no se me hubiera ocurrido volver a leer “El Conde Lucanor”, por lo que no hubiera visto cómo entiendo ahora estos cuentos ni cómo los puedo aplicar en mi vida, ya que la primera vez que trabajé con ellos los leí exclusivamente para realizar el examen y no para entenderlos y analizarlos.
Enlace a mi lectura dramatizada del Cuento VI: lo que sucedió a la golondrina con los otros pájaros cuando vio sembrar el lino.
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